El gobierno de Venezuela exigió este lunes el retiro inmediato de los activos militares de Estados Unidos del mar Caribe, durante la Reunión Extraordinaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada por Colombia ante la creciente tensión regional.
Durante su intervención, el canciller venezolano Yván Gil advirtió que la presencia de buques y submarinos estadounidenses cerca de las costas venezolanas representa una amenaza directa a la paz y a la soberanía nacional. «EE.UU. ha concentrado activos militares cerca de nuestras costas, incluyendo ocho embarcaciones con más de 1.200 misiles y 4.200 efectivos entrenados que han anunciado estar listos para invadir Venezuela», aseguró.
Gil calificó la situación como “inédita desde la crisis de los misiles en los años 60”, y señaló que la presencia de un submarino nuclear estadounidense en el Caribe violaría el Tratado de Tlatelolco, que desde 1967 declara a América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares.
El canciller instó a los miembros de la CELAC a tomar medidas concretas para defender la región como zona de paz, una declaración adoptada por los 33 países del bloque en 2014. “Pedimos reflexión y acción. No podemos quedarnos en silencio ante este despliegue inusitado y grosero”, afirmó.
Gil también rechazó los argumentos esgrimidos por Washington para justificar la operación militar, que ha sido presentada como parte de una estrategia antidrogas. El funcionario venezolano aseguró que la acusación de que Venezuela es un centro de narcotráfico ha sido desmentida incluso por agencias del propio gobierno estadounidense, como el Departamento de Estado. Calificó la narrativa como una “excusa” para una acción militar encubierta.
En la misma línea, el representante de Nicaragua advirtió que hay principios que no son optativos, como el respeto a la soberanía, la no injerencia y la igualdad entre los Estados. “Hoy es Venezuela, mañana podría ser cualquiera de nosotros”, declaró el diplomático nicaragüense, quien también rechazó el uso de la fuerza en la región.
La reunión de cancilleres fue convocada de urgencia por Colombia, que ostenta la presidencia pro tempore de la CELAC, con el objetivo de intercambiar posiciones frente al creciente despliegue militar de EE.UU. en aguas caribeñas, muy cerca del territorio venezolano.