En medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, negó la existencia del Cartel de los Soles, un presunto grupo criminal al que Washington ha acusado de infiltrar el poder en Caracas desde los años noventa para enviar drogas hacia su territorio.

“El cartel de los soles no existe, es la excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”, escribió el mandatario este lunes en su cuenta de X.

Según Petro, la verdadera estructura que controla el tráfico de cocaína en la región es una organización más amplia que él denomina “la Junta del narcotráfico”, compuesta por capos que operan desde Europa y Medio Oriente.

Días atrás, tras los atentados ocurridos en Amalfi y Cali, Petro ya había mencionado que esta “Junta del narcotráfico” funciona como “una confederación de mafias” con presencia internacional, y solicitó que estos grupos sean catalogados como organizaciones terroristas para poder perseguirlos a nivel global, incluso en ciudades como Bogotá.

Estados Unidos ha designado recientemente al Cartel de los Soles como una organización terrorista internacional. Según el Departamento del Tesoro, esta supuesta red criminal habría infiltrado los niveles más altos del poder político, militar y judicial en Venezuela desde finales de los años noventa, con el objetivo de enviar drogas al territorio estadounidense.

Desde Caracas, funcionarios del gobierno han rechazado tajantemente estas acusaciones. Diosdado Cabello Rondón, ministro de Interior, Justicia y Paz, ha calificado al Cartel de los Soles como un “invento” de Estados Unidos y “una gran mentira para manipular”.

En su publicación, Petro señaló que propuso tanto a Estados Unidos como a Venezuela una estrategia conjunta para enfrentar el narcotráfico en la región. “Es coordinar y no someter”, afirmó.

Además, sostuvo que “el problema político de Venezuela se resuelve entre los venezolanos mismos, hablando y con más democracia”.

Estas declaraciones se dan en un contexto de tensión militar y política entre Washington y Caracas.

Recientemente, el gobierno del expresidente Donald Trump duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Nicolás Maduro, a quien calificó como “uno de los narcotraficantes más grandes del mundo”, líder del Cartel de los Soles y una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. El gobierno venezolano ha rechazado categóricamente esas acusaciones.

La oferta de recompensa fue acompañada por el despliegue de fuerzas navales en la región, en un intento por contener a los grupos del narcotráfico, según fuentes del gobierno estadounidense.

Como respuesta, Maduro anunció la movilización de milicianos en todo el territorio venezolano, asegurando que “ningún imperio va a tocar el suelo sagrado de Venezuela”.

Hasta ahora, no se han divulgado cifras oficiales sobre el número de voluntarios que respondieron al llamado, que comenzó el pasado fin de semana. Por su parte, sectores de la oposición han calificado la convocatoria como “un fracaso”.