Robert Redford, el célebre actor, director y activista que marcó generaciones tanto dentro como fuera de la pantalla, falleció este martes a los 89 años, según informó CNN.

A lo largo de su carrera, Redford se consolidó como una de las figuras más influyentes de Hollywood, gracias a su carisma natural y su talento tanto frente como detrás de cámaras. Su rostro se volvió inolvidable tras protagonizar clásicos como Butch Cassidy and the Sundance Kid y All the President’s Men, que lo consagraron como un ícono del cine estadounidense.

Sin embargo, Redford rehusó limitarse al estereotipo de galán de Hollywood. Su búsqueda por profundidad artística y compromiso social lo llevó a destacarse también como director. En 1980, debutó como realizador con Ordinary People, película que recibió cuatro premios Oscar, incluido el de Mejor Director. Luego vendrían otras obras notables como A River Runs Through It.

Apasionado por el cine independiente, Redford fundó en 1981 el Instituto Sundance, una organización sin fines de lucro destinada a apoyar nuevas voces en el cine y el teatro. De ahí nació el Festival de Cine de Sundance, hoy uno de los eventos más prestigiosos del cine independiente a nivel mundial.

Más allá de la industria cinematográfica, Redford fue un defensor incansable del medio ambiente. En 1961, se trasladó a las montañas de Utah, estado que convirtió en su hogar y en el centro de muchos de sus esfuerzos por la conservación del paisaje natural del oeste estadounidense. Durante décadas, promovió políticas y campañas en defensa de la tierra, el agua y la vida silvestre.

Con su partida, el mundo pierde no solo a un artista excepcional, sino también a un ciudadano comprometido con el arte, la justicia social y la protección del planeta.