El presidente venezolano, Nicolás Maduro, envió una carta al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pocos días después de un ataque estadounidense contra una embarcación que Washington señalaba como vinculada al narcotráfico. En la misiva, Maduro propone establecer un diálogo directo con el enviado especial de Trump, Richard Grenell.

La carta, fechada el 6 de septiembre, fue difundida a través de Telegram por la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y confirmada por una fuente estadounidense a CNN. En ella, Maduro niega categóricamente cualquier conexión con el narcotráfico, calificando las acusaciones como “noticias falsas” propagadas por diversos medios, y sugiere abrir una “conversación directa y franca” con el representante estadounidense.

El ataque en cuestión, ocurrido cuatro días antes de la carta, dejó 11 venezolanos muertos a bordo de una embarcación que Washington afirmó estaba siendo utilizada para el tráfico de drogas. Posteriormente, Estados Unidos realizó más ataques contra embarcaciones rápidas, elevando a más de una docena el número de presuntos narcotraficantes fallecidos, aunque no ha presentado pruebas concluyentes que respalden sus acusaciones.

En cuanto a la carta, Trump evitó confirmar si la había recibido, limitándose a responder ante la prensa: “Ya veremos qué pasa con Venezuela”. Tanto representantes de Grenell como voceros del gobierno venezolano prefirieron no hacer comentarios sobre la misiva.

El gobierno estadounidense acusa a Maduro de ser uno de los principales narcotraficantes a nivel mundial y de colaborar con cárteles que inundarían Estados Unidos con cocaína adulterada con fentanilo. En agosto, la Casa Blanca aumentó la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.

Las tensiones entre ambos países han escalado, con Estados Unidos desplegando buques de guerra en la región como parte de una operación contra el narcotráfico, mientras que Maduro sostiene que estas acciones buscan un cambio de régimen.

En respuesta, Venezuela ha realizado ejercicios militares, exhibido su armamento ruso y movilizado a millones de milicianos para demostrar su fortaleza.

En su carta, Maduro asegura que ha enviado a Estados Unidos “datos contundentes sobre la producción y el tráfico de drogas” que, según él, demuestran que Venezuela es un territorio libre de producción de narcóticos. Asimismo, invita a Trump a promover la paz mediante un diálogo constructivo y el entendimiento mutuo en toda América.

Richard Grenell, exembajador estadounidense en Alemania, se ha reunido varias veces con Maduro este año para negociar la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, a cambio de la devolución de migrantes venezolanos enviados por Washington a El Salvador.

El martes, Grenell hizo un llamado público a la desescalada, expresando su convicción de que ambos países “todavía pueden llegar a un acuerdo” que evite un conflicto mayor.