Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que el doble ataque llevado a cabo el lunes contra el Hospital Nasser, en Gaza, tenía como objetivo una supuesta cámara instalada por Hamas, sin embargo, no se presentaron pruebas que respalden esa acusación. El ataque dejó al menos 20 personas muertas, entre ellas trabajadores sanitarios, periodistas y socorristas, provocando una fuerte condena internacional.

Según las FDI, tropas de la Brigada Golani detectaron una cámara cerca del hospital que, presuntamente, era utilizada por Hamas para monitorear movimientos militares israelíes y coordinar ataques. No obstante, medios de comunicación y organismos internacionales señalan que periodistas solían transmitir desde ese mismo lugar de manera habitual.

El operativo incluyó dos impactos casi consecutivos en la zona del hospital. El primero mató a varios reporteros, incluido uno que estaba transmitiendo en vivo, y el segundo, minutos después, alcanzó a los equipos de rescate que acudían al lugar. Organismos de derechos humanos, medios internacionales y gobiernos de distintos países han pedido una investigación independiente.

Cinco periodistas perdieron la vida en el bombardeo: Mohammad Salama (Al Jazeera), Hussam Al-Masri (contratista de Reuters), Mariam Abu Dagga (colaboradora de AP), y los reporteros independientes Moath Abu Taha y Ahmed Abu Aziz. También murieron cuatro trabajadores del hospital y un miembro de Defensa Civil de Gaza.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU calificó el ataque como “inaceptable” y exigió que se investigue a fondo. “La matanza de periodistas en Gaza debe terminar. No debe generar silencio, sino acción y justicia”, expresó el vocero Thameen Al-Kheetan. Desde el inicio del conflicto, al menos 247 periodistas palestinos han fallecido.

En un hecho separado ese mismo día, el periodista Hassan Douhan también fue asesinado en Khan Younis. Según el Sindicato de Periodistas Palestinos, soldados israelíes le dispararon directamente mientras se encontraba en su tienda.

Israel, por su parte, afirmó que seis supuestos militantes murieron en el ataque, aunque no dio mayores detalles ni evidencias al respecto. El primer ministro Benjamin Netanyahu calificó lo sucedido como un “error trágico”, mientras las FDI aseguraron estar revisando sus protocolos de autorización de ataques y decisiones tomadas en el terreno.

A nivel internacional, países como Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza, España, Australia, Qatar, Arabia Saudita y Kuwait, así como la Unión Europea, condenaron el ataque. Mientras tanto, el presidente estadounidense Donald Trump dijo que no estaba al tanto del hecho pero que “no estaba contento” con lo ocurrido. Su enviado especial, Steve Witkoff, anunció que habrá una reunión en la Casa Blanca para tratar el tema.

La comunidad internacional ha denunciado reiteradamente que Israel ha atacado instalaciones médicas en Gaza, a pesar de su protección bajo el derecho internacional, justificando tales acciones bajo el argumento de que Hamas las utiliza con fines militares.