El Gobierno de Donald Trump ha implementado nuevas directrices que amplían y endurecen el requisito de “buena conducta moral” para inmigrantes que solicitan la ciudadanía estadounidense. La medida, comunicada a través de un memorando interno del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), ha generado preocupación entre expertos y abogados de inmigración, quienes advierten que podría añadir mayor subjetividad e incertidumbre al proceso de naturalización.
Según el memorando, los funcionarios de USCIS deberán adoptar un enfoque más “holístico” al evaluar las solicitudes, considerando no solo la ausencia de mala conducta, sino también los atributos y contribuciones positivas del solicitante. El objetivo declarado, según la agencia, es asegurar que los nuevos ciudadanos representen lo “mejor de lo mejor del mundo”.
Sin embargo, abogados y académicos señalan que este cambio crea un estándar más subjetivo y difícil de medir. Emily Ryo, profesora de Derecho en la Universidad Duke, cuestionó cómo se definirá lo que significa ser “digno” de la ciudadanía y qué pruebas se requerirán para demostrarlo de forma afirmativa.
Susan Ramos, abogada de inmigración en Arizona, criticó que el cambio se haya implementado sin consulta pública y advirtió que genera un nuevo estándar sin parámetros claros. Entre las dudas más comunes está qué tipo de logros o actividades (como el trabajo voluntario) se considerarán suficientes y quién decidirá esos criterios.
El memorando también endurece algunos requisitos específicos. Por ejemplo, ya no basta con tener un plan de pago de impuestos atrasados: ahora se exige el pago completo. Lo mismo aplica para obligaciones como la manutención infantil. Además, infracciones como múltiples multas de tránsito o conductas catalogadas como “acoso” o “solicitud agresiva” podrían considerarse incompatibles con una buena conducta moral, aunque estos términos no están claramente definidos.
Este cambio forma parte de una serie de medidas más estrictas impulsadas por el gobierno de Trump en materia migratoria. Recientemente, se suspendieron temporalmente entrevistas de visa para estudiantes internacionales con el fin de revisar sus publicaciones en redes sociales y actitudes consideradas “antiestadounidenses”. Ahora, USCIS ha anunciado que ese tipo de escrutinio también se aplicará a quienes soliciten beneficios migratorios, como permisos de residencia o trabajo.